jueves, 4 de febrero de 2010

Recuerdos de antaño

EN LA ESCUELA


Los chavalillos se agrupaban frenten a aquella escuela de niños, jugando y esperando la hora de entrada. En fila de a uno íbamos pasando al interior y nos acomodábamos, según el sitio asignado, en el pupitre del aula.
Comenzaba la clase. Un silencio absoluto se hacía entre nosotros, atendiendo al maestro. Bien por no aprender, no guardar silencio o la debida compostura, el maestro aplicaba el correspondiete castigo.
Cuando los padres, informados por el maestro, eran sabedores de nuestro mal comportamiento, procedían a aplicar un segundo castigo, si cabe, más duro que el
recibido en clase.

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