EL CIEGO
Limosna te pide un ciego,
rogando en nombre de Dios…
¡Dadle también de tu voz
palabras de amor sincero!
Dádivas son para los dos:
-La soledad, que en el ciego se mitigue,
-Y el agrado de su alma, que te redime.
¿Cuál de ellas es mejor…?
No importa…¡Si son dádivas de amor,
ello de culpa exime…!
A.Carrascosa.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario